«¡Les prometo que en mi gobierno…!»

– Ustedes tienen razón. Siempre será más agradable ser dormido con arrullo de promesas que despertado a pleitos y descalificaciones. Que sea la de los candidatos una sinfonía de promesas, aunque sepamos o debiéramos saber que ni están en condiciones ni en disposición de cumplirlas. ¿Eso queremos?

– Es que ya chale -el juguero-; que ya le bajen, digo. No que antes, tan bonito que era con el PRI-Gobierno. Yo me recuerdo que…

– ¿Bonito? ¿Se le hacía bonito que apenas el dedo presidencial señalaba al elegido se nos dejaba venir encima el estrépito de una claque oportunista y servil, así del partido oficial como de la «oposición», que en cargada de búfalos enloquecía en estridencia de adhesiones, empellones, tumultos, alabíos y matracas, chiquitíbunes y una abyecta exhibición de lambisconería al elegido por el dedo del dios sexenal. ¿Aquello le parecía más agradable? (El maestro abrió su libreta de pastas negras). «Aquí, un esbozo de lo que fue el destape de aquel López Portillo, ¿lo recuerdan ustedes? ¿Habrán podido olvidarlo? Escuchen: 22 de septiembre de 1975. Apenas Echeverría ordenaba al PRI que designara de candidato a López Portillo, rápida de reflejos aquella oportunista Sara ?rnelas, dirigente de vendedores de lotería:

– No, qué va Yo qué iba a imaginarme que don Pepe era el bueno. Qué va Lo que pasa es que vino un billetero que vendía cachitos en el zócalo, y me dio la novedad, y fue cuando entre todos le organizamos al licenciado su mitin de apoyo. Pero esto de las chamarritas con las iniciales de don Pepe a la espalda fue algo de veras vaciado, muy simpático, ¿no? Resulta que en cuanto supe lo del licenciado, que en ese momento llamo a todas las billeteras y ahí nos tiene, que en menos que se los cuento les pegamos las letra Jota Ele Pe, y nos fuimos al edificio de la Secretaría esa ¿Cual era, tú? -Y al recibir la respuesta de uno de los billeteros-: Hacienda sí, allá frente al zócalo, ¿no?

Y lo que entonces significaba la «oposición»: de inmediato, el PPS, Partido Popular Socialista (el «nini-ni», según el dicho popular: ni partido, ni popular y mucho menos socialista), proclamó a López Portillo su candidato oficial. Y declaraba el diputado pepinosocialista Ortiz Mendoza «¡Sí, nosotros los del PPS reconocemos como nuestro candidato a don José López Portillo! ¡Pero no lo hacemos porque se trate de la cargada no, sino como una táctica y una estrategia típicamente marxista.!» Lázaro Rubio Félix, del PPS: «No, no es respaldo el que le damos al licenciado López Portillo. El PPS designa solemnemente su candidato a don Pepe. Esto es muy distinto a darle respaldo». Y un diputado Javier Herrera T., también del PPS: «¡SÍ! ¡Sí somos paleros del PRI al reconocer como nuestro al licenciado JLP! ¡Somos paleros del PRI, si así nos quieren llamar, porque somos obreros y tenemos palas… para enterrar a todos los reaccionarios de este país!»

Y otro del PPS, diputado también: «Sí, mi partido declara a don José nuestro candidato oficial. Es que sin nuestro apoyo, perdería muchos votos».

JLP protestó como candidato del PRI a la presidencia de la república Los diarios, entonces, criticaron el ruiderío que alzaban todos los círculos políticos con ocasión del susodicho destape. Protestó, en el graderío del recinto, aquel Zarate Aquino, gobernador -entonces todavía- de Oaxaca «Sí, hacemos ruido, y qué bueno! Si destapar a nuestro candidato no es asistir a un velorio…» Y Oscar Flores Tapia gobernador de Coahuila «Mire, el ruido y el entusiasmo son uno de los aspectos fundamentales de la democracia». El candidato salió de gira En la Magdalena Contreras, el maestro de ceremonias: «¡Vamos a ensayar una vez más, para que el candidato del pueblo no nos vaya a agarrar en frío, sino bien calientitos! ¡Venga de ahí tres vivas para nuestro candidato, dos para nuestro partido y uno para México!»

Y un Servando López, orador: «¡Licenciado, no hay López que no sea bueno, ni bueno que no sea López!» Y el cantante «Tony» Aguilar: «¡Vea usted, licenciado! ¡Fíjese cómo por acá, en Ojo Caliente, todas las muchachas son de ojo caliente!» En Tlaxcala Beatriz Paredes, diputada «¡Aquí, licenciado, hoy ocasiones en que los momentos rebasan al polvo de los siglos y transforman la carencia de los años luminosos y lúcidos, porque son la conjugación del devenir histórico y porque tienen la luz que se les da., el Hombre!» Otro lambiscón: «¡En sus iniciales, licenciado, tenemos la conjugación fiel de que habrá de cumplir con lo que ha estado prometiendo durante su gira por la campiña mexicana! ¡Porque la Jota es Justicia la Ele Libertad, la Pe de Portillo Paz, y la Pe de Pacheco… Patriotismo!»

– ¿Y qué, contertulios, ¿era del PRI-Gobierno, con sus «apoyos» de costumbre y tan logrera «oposición», un proceso electorero más agradable que este que hoy padecemos por cuestión de un «destape» político para el que no estábamos preparados? (Pues…)

Un comentario en “«¡Les prometo que en mi gobierno…!»”

  1. definitivamente valedor no añoro ños tiempos del príato y del absoltuismo presidencial, jolopo era el precandidato que según las «encuestas» de aquel tiempo era el menos favorecido y el dedo divino ya lo tenía señalado para ser el que recibiría la bendición oresidencial y desde luego la carga de los búfalos, siempre ser de los primeros a manifestar el apoyo y las loas de tener enfrente al mejor hombre en el peor momento y la vocinglería sindical corporativa a sonar matracas, porras y silbatos de ferrocarril en favor del ungido ya habría tiempo de cobrar facturas por los «apoyos».

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