Figuras de arena

¿Y eso? ¿Qué ocurrió aquí? Asombro en sus ojos, el viajero observó el desastre en la explanada. Y qué de golpes, desgarros, descalabraduras, rosetones de sangranza. Los despernancados con dificultad se alzaba y, entre rezongos y altisonancias, se volvían a agrupar y, rictus de esfuerzo y dolor, se preparaban, lloraderas de sangre y sudor, para la nueva embestida contra sus verdugos. El viajero los encaró:

– ¿Golpeados otra vez? ¿Como hace un año por estas fechas?

– Madreados, qué les parece Gases, toletes, violación de compañeras. Ah, pero si los del Barrio Alto creen que nos han derrotado, todavía no conocen el temple de todos nosotros, los habitantes del Barrio Bajo. Si creen que por tres docenas de golpes abandonamos la lucha, están muy equivocados.

– Así que golpeados otra vez…

Como hace un año, cuando el viajero se los vino a topar en esta misma explanada y con estas mismas descalabraduras, estos huesos astillados, semejantes rostros tumefactos.

‘Pero golpeados por quiénes, golpeados por qué», les había preguntado, cuando en su viaje pasó por aquí «Quiénes, por qué».

– Ã?iganlo, cómo se ve que es fuereño.

¿Pues quiénes iban a ser, si no los aborrecibles vecinos del Barrio Alto, sobrones y prepotentes dejaran de ser.

– Pero no te la calientes, me refiero a la sangre. Hay una justicia allá arriba, mira.

– Allá arriba madres. La justicia nos la estamos haciendo nosotros, justicia de hombres enteros. Si ésos creen que toletes y gases nos van a hacer recular en nuestros derechos, están muy equivocados. Apenas nos reponemos de la madriza, pero ya estamos organizándoles otra mega-marcha multitudinaria, para que sepan de qué lado está el poder.

El viajero, hace un año, se había atrevido a preguntan «¿Cuál es el motivo de la marcha, si se puede saber?»

«¿Cómo de que cuál? ¿Pues qué, no le llega el hedor? Son las aguas negras del río, mire. Limpias y cristalinas desembocan en la acequia que cruza todo el Barrio Alto, pero sus habitantes desde hace qué tiempos las vienen contaminando con sus desechos. Ya en calidad de aguas negras vienen a desembocar en nuestra acequia del Barrio Bajo, ¿se imagina? Noche y día el hedor, y los virus, microbios, mosquero y enfermedades. Aquí a mi pariente apenas ayer se le amansó la cursera.

«Lástima, porque el primer toletazo me la volvió a encabritar».

El viajero, entonces, había protestado: «¡Pero eso de contaminar las aguas es grave!»
«Por eso mismo la mega-marchita. A los móndrigos del Barrio Alto fuimos a exigirles, a demandarles, porque ya no estamos dispuestos a seguir aguantando que nos emporquen el agua del río.

«¡Contaminar aguas vivas va contra la ley!» – protestó el viajero. Esto, hace un año por estos días.

«¿La ley? Cuál ley. La ley la hacen, y a su mera medida, los del Barrio Alto. ¿Por qué cree que nosotros nos la andamos haciendo con nuestra propia mano, me refiero a la justicia? Para eso los del Barrio Bajo organizamos año con año las mega-marchitas, para exigir el respeto a nuestros derechos».

«Mega-marchitas nada más?» -el viajero.

«Mega-marchitas nada más, pero qué mega-marchitas. Nuestros estrategas de lucha nos la organizan pero que bien canelonas. Mire nomás cuántos nos reunimos esta vez».

«¿Y desde cuándo se iniciaron las marchas contra los del Barrio Alto?»

«Desde que comenzó el hedor. Hedores y mega-marchitas, mega-marchitas y hedores. A los del Barrio Alto no los dejamos en paz».

«¿Con mega-marchitas han logrado que les purifiquen el río?»

«�iganlo. ¿Pues qué no lo está oliendo, señor?»

«Y aún así, ¿todavía creen en la eficacia de las mega-marchitas? ¿No las habrán tomado, de ser un medio, como un fin? ¿Aún tienen alguna eficacia?»

«¿Y cómo no la van a tener? ¿No fue a pura punta de mega-marchitas como conseguimos que nos echaran fuera del tambo a los compas que cayeron luego de la mega-marchita anterior? ¿No fue a puras mega-marchitas como conseguimos que los otros pueblos supieran de nuestra lucha y nos manifestaran su solidaridad..?»

El viajero, entonces, y esto ocurrió hace un año: ‘Pero a fin de cuentas la limpieza del río, propósito principal, ¿se ha logrado?»

‘Ya no le hagan caso al preguntón Y órale, a juntarnos todos, porque..
(Eso, mañana)

Un comentario en “Figuras de arena”

  1. Megamarchas, mitines, paros y también madrinas, y ni asi se supera la vocación de masoquistas. ¿De qué material estamos hechos los mexicanos? ¿Cómo aguantamos tanta iniquidad? Y aún así, a diario nos mientan: SI SEGUIMOS POR ESTE CAMINO MAÃ?ANA MÃ?XICO SERA MEJOR QUE AYER. Macabron…

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