México, 21 de abril de 1992 – 21 de abril de 2006. Paisanos, tengan presente, no se les vaya a olvidar. No se les olvide la memoria histórica, esa generadora de cambios. Que los alcances de la impunidad en que se gesta la pública corrupción productiva e impune del Sistema de poder no se les diluya en la memoria. Mis valedores: como para probar nuestra capacidad de asombro, de indignación y de respuesta organizada, está ahà nomás el caso impune (hoy todavÃa, 14 años después, que se cumplen mañana) de las explosiones de Guadalajara AquÃ, para que lo recuerden los olvidadizos, las voces diversas y diversas instantáneas de aquello, atroz, ocurrido aquel 22 de abril de 1992 en el Sector Reforma de Guadalajara, Jalisco.
De cara a la nación y con las ruinas humeantes a sus espaldas, frente a cámaras y micrófonos clamó, vocezuca de pito de calabaza, el entonces presidente del paÃs y hoy redivivo Carlos Salinas:
– ¡Compatriotas! ¡He dado instrucciones al Sr. Procurador de la república, lic. Ignacio Morales Lechuga, para que en 72 horas me entregue un informe completo, donde se deslinden responsabiidades! ¡Este hecho no va a quedar impune, compatriotas! ¡Es mi compromiso…!
A cuatro horas del estallido, esto afirmaba el comunicado de PEMEX, que resultó, a fin de cuentas, el responsable oficial del siniestro: â??En la fabrica de aceites La Central, ubicada en el Sector Reforma, se presentó una fuga de hexano que se filtró al drenaje municipal, lo que provocó 6 explosiones. Nuestro personal especializado se encuentra en dicho sector colaborando con las autoridades estatales y municipales en el centro de la emergencia». Asà que La Central. DÃas después, en mayo, lo declaraba un Guillermo Estrada, gerente de mantenimiento de PEMEX:
– La fuga de gasolina no tiene relación alguna con los estallidos que ocurrieron, ya que en cuanto fue descubierta se ha procedido a su reparación.
Un mes después, «para determinar el grado de culpabilidad de PEMEX y la SEDUE en el siniestro, la PGR cuenta con el estudio denominado: Para proteger y restaurar el ambiente de los efectos producidos por la industria petrolera, que firman los susodichos PEMEX y SEDUE
Lo estipulaban, al respecto, diputados del PRI en la cámara, gesticuladores tartufos:
– Nosotros no hacemos juicios a priori sobre los hechos de Guadalajara. Los partidos de oposición no deben manipular polÃticamente el problema. Por el contrario, en lugar de hacer culpables, ayuden al paÃs a evitar desastres de ese tipo…
En mayo se habÃa publicado la siguiente noticia: «Extraña junta de Francisco Rojas, director de PEMEX, con 45 diputados. Durante más de 6 horas se encerró con ellos en el piso 45 de la Torre de PEMEX. A la salida, Fernando Ortiz Arana, lÃder de la mayorÃa priista, se negó a hablar y salió casi corriendo por el estacionamiento del edificio…»
Tiempo después, el comunicado de prensa: «No habrá juicio polÃtico a los funcionarios denunciados en la Cámara de Diputados como responsables de la explosiones de Guadalajara Determina Ignacio Morales Lechuga, ex procurador: PEMEX fue culpable, pero no responsable (¡Sic!)
Mientras tanto, y según la Academia Jalisciense de Derechos Humanos, «el ejército y las autoridades civiles habrán estado quemando setenta cuerpos diarios, en promedio, sin descanso y durante veintisiete dÃas…»
México, 11 de abril del 2 mil. «Claman justicia en Guadalajara A ocho años de la explosión, más de 500 afectados reclaman justicia y están dispuestos a reabrir el asunto penalmente».
Se impacientaba Alberto Orozco Romero, ex gobernador de Jalisco:
– ¡Por favor! Hablar del 22 de abril del 92 es insano. Da ocasión a otros intereses, se repite e insiste en ello con otros fines. Yo, personalmente, aborrezco ocuparme de eso, me aflige el asunto. ¿0 qué? Porque no vamos a pasar el resto de la vida hincados, llorando por lo ocurrido, ¿verdad? Caramba, que una tragedia ocurre en cualquier paÃs; las guerras cobran miles de muertos, y no por eso la gente se pasa el resto de su vida llorando por los caldos. Definitivamente no podemos vivir sólo de llorar. Los familiares verán con más simpatÃa que estemos reconstruyendo y a ellos si desde el cielo nos vieran, les gustarÃa más que estuviéramos laborando, y no a llore y llore junto a su tumba, ¿no creen..?
Guadalajara Impunidad antes, impunidad después. Impunidad siempre. Impunidad del Sistema de poder, alimentada por la desidia, la pasividad y la falta de memoria de unas masas vencidas por la ignorancia Es México. (Mi paÃs.)
las responsabilidades en acciones oficiales que generan quebrantos de todo tipo serám ignoradas por los encargados de vigilar y la desmemoria hará el resto.
historia sin fin