Así que el agua que en México bebemos es una de las peores del mundo. Así que por causas bacteriológicas y de sobreexplotación están en «estado crítico» como la No. 106 de 120 naciones recientemente examinadas por la ONU. Ahora entiendo a cabalidad la añeja comedia gringa donde, después de una pelea doméstica, el marido rabioso amenaza a la esposa:
¡Estoy harto de ti! ¡Te abandono, me largo a vivir a México!
¡De corazón te deseo que bebas el agua de ese país! -rencorosa e irónica contesta la mujer y da el cerrazón a la puerta. Pero, mis valedores, doble achaque para los mexicanos, que no sólo amansan su sed con agua contaminada, sino también con una agua tantito peón la Coca-Cola y demás aguas renegridas. Lóbrego.
A la Coca-Cola me referí en el pasado programa radiofónico Domingo 6, de Radio Universidad, donde transcribí la opinión de un Gustavo Soto, investigador: «Poco a poco, la Coca-Cola se adueña del agua de México. En apenas tres años, del 2000 al 2003, diez embotelladoras de la transnacional recibieron concesiones del gobierno de Fox, antiguo empleado de la empresa de marras, para explotar cuatro millones de metros cúbicos de aguas nacionales». Y que eso perjudica la tierra, los bosques y las reservas acuíferas. Yo, desde los micrófonos universitarios, dije a los radioescuchas esto que ahora, porque lo considero de interés colectivo y requemante actualidad, me dispongo a repetir para todos ustedes, quienes por imitación se acercan al agua embotellada, sea pura y limpia o tan turbia y dañina como las propias «aguas del imperialismo», todo con resultado fatal: agua simple o agua negra, la compran carísima Dije y voy a decir:
La Coca-Cola mis valedores, ese instrumento imperialista de dominación. Consumir semejante droga, dicen los estudiosos, produce en el individuo una enorme cantidad de efectos negativos, comenzando con la adicción, la indigestión, el sobrepeso y el estropicio en la dentadura, al igual que nerviosismo, insomnio y tantos perjuicios más, como los que provocan en el organismo de diabéticos y pre-diabéticos, en fia
Del organigrama de la Coca-Cola sé que se extiende de los productores a los distribuidores, los publicistas, los agentes de ventas y los expendedores. Sé que la transnacional produce gerentes generales y gerentes regionales. Todo esto lo sé de cierto, mis valedores, como también que lo único que la Coca-Cola nunca ha producido entre sus funcionarios es mística temple, principios, valores y reciedumbre, inteligencia y carácter, visión, idealismo y tantísimas otras características que integran la personalidad de un estadista Esto está visto y comprobado, y es un hecho fehaciente: la Coca-Cola puede producir gerentes muy aptos, muy eficientes, para enriquecer a sus propietarios, pero nunca estadistas para gobernar un país.
Hoy, 23 de marzo, 5 días después de que conmemoramos la epopeya de la expropiación petrolera que logró un pueblo al que acaudillaba el estadista que en tan mal coyuntura histórica requería la nación; hoy, a escasas 48 horas de que hemos celebrado el bicentenario de un modelo de padres patricios que estuvo y se mantuvo en la presidencia del país en el momento histórico que requería la sobrevivencia de la república hoy, digo, vale la pena preguntarse si México necesitaba hoy, hoy, hoy; si hoy, hoy, hoy, merecía de conductor, un gerente de la Coca-Cola Proyanki, naturalmente Ustedes, yo, todos los mexicanos, ¿eso, y no más merecíamos?
¡No, por supuesto que no!, me la va a interpelar alguno. «¡Claro que no! ¡Los mexicanos merecíamos algo mejor..!»
Pero un momento, no caer en la autocompasión, no autoflagelarse, ser justos con el gerente de marras, porque muy bien lo decía Juan mi padre: «No me almiro del gerente cocacolero. Me almiro de los aturdidos que le sirvieron de escalón para encaramarse a Los Pinos, y con él la recua de Bribiescas, con todos sus Asahagunes». No dominaba la pronunciación, mi padre.
Mis valedores: ¿qué opinan de la tragicomedia que vive el gerente de las aguas negras? Del «casamiento presidencial» para celebrar un año de residencia en Los Pinos y el besito frente al Vaticano, a los dislates que comete el verborreico mientras ella se empantana en la más desaforada corrupción, ¿no es un saínete muy a la medida de cualquier país bananero, tropical y esperpéntico? ¿Asiste o no la razón a quienes proponen que se abra la información sobre la salud física y mental de Fox? Por cuanto al otro causante de tan ruda situación: ¿cuántos de ustedes, debidamente manipulados, dieron su «voto útil» a Fox? El, ¿ya un verdadero estadista, o todavía un simple gerente de la Coca-Cola? ¿Qué responden ustedes? Ah, México. (Este país.)
Seguramente que los lectores y radioescuchas del Maestro Tomás Mojarro no nos merecíamos un individuo como Fox para dirigir el destino del país, pero de donde una sociedad como la nuestra va ha parir algo mejor.
Pero Fox llegó a la presidencia con un poquito más de un tercio de la votación total gracias a que en México no hay segunda vuelta electoral. Es decir que sus habladas unicamente lograron impresionar a ese número de votantes , suficiente para ganar ,pero no para gobernar . Ojalá que quienes se impresionaron con tan pintoresco y sincerote ranchero , hayan aprendido la lección.
Fox fue empleado de Coca-cola y se conoce por informacion en los medios que era gerente del area de comercialización,el exito de su campaña presidencial mas que fundarse en un trabajo político partidario estuvo fincada en una campaña agresiva de marketing político. Este marketing político se trata de promover una imagen que manipulo al electorado con fines en el mercado.