Diabólica santidad

Una santidad que exhala tufos de azufre la de esa sospechosa arribazón de santos recién sacados del horno, recién salidos del cascarón, santidad que por estos días se abarata, se da al por mayor y se torna pandemia. Por santos no vamos a parar, que por ahora se ensamblan a escala industrial. Santos tenemos, y beatos, para dar y prestar. ¿Los requisitos para la beatitud? Que cuenten los aspirantes con un historial sospechoso, cuando menos. Laus deo.

A ver: ¿que un Escrivá tiene fama de déspota, franquista y dueño de riqueza inexplicable? Trépesele a los altares. ¿Que quien se atrevió a encaramarlo es un pontífice reaccionario, socio de los Reagan, Tatcher y el polaco Lech Walesa: protector, por añadidura, de un padre Maciel sobre el que pesan graves acusaciones de pedofilia? Inicíese de inmediato su beatificación. Fast-track, como dicen los gringos. Es así como Juan Pablo II ya huele a beato, cuan el protomártir y primer santo mexicano, nuestro Felipe de Jesús, tardó 265 años en ser canonizado. Y un dato que para El Vaticano resulta asunto menor-, diez años después del martirio de Felipe de Jesús, un su hermano Juan, religioso agustino, también iba a morir en el martirio, asaeteado por paganos, en las Islas Filipinas. Hoy, mientras tanto, Escrivá, Juan Pablo II, el padrecito Maciel, pedófilo de vocación y de práctica constante, según sus acusadores…

Pero no, los legionarios de Cristo que ya alucinan con el padre Maciel trepado a
los altares no olviden ese pequeño obstáculo para su beatificación: el presunto violador de seminaristas anda a estas horas vivito y co(u)leando. Lástima, con los ríos de dinero que ha descargado en El Vaticano. Y qué hacer. ¿Qué? Casi nada: por vía de mientras y para ir calentando motores, propóngase para beata a su madre, la del susodicho padrecito Maciel. Por santos no vamos a parar. Faltaría más…

Milenio, 5 de julio: «Los Legionarios de Cristo inician una fuerte campaña para impulsar la beatificación de Mamá Maurita, la madre de Marcial Maciel. Tiene una página web donde se publica su oración, se invita a presentar nuevos milagros y se anexa una cuenta bancaria para depositar «a la causa’…»

¿Los méritos de Felipe de Jesús frente a los Escrivá, Juan Pablo y Mamá Maurita? En Manila, hasta donde viajó para a ejercer su apostolado, vivió «como novicio fervoroso: vida en común, pobreza, fortificación, pureza de alma, obediencia y espíritu de oración. De profeso, se distinguió por su vida de oración y por su caridad fraterna, ejercitada como enfermero de la comunidad».

Y que en 1596, en Japón, los soldados tomaron prisioneros a los jesuítas, dejando libre a Felipe de Jesús porque él pertenecía a otra orden, y la contestación del franciscano: «No permita Dios que mis hermanos estén presos y yo en libertad. Sea de mí lo que fuere de ellos«. Y todos a la cárcel de Meaco, y a todos la sentencia de muerte. Felipe de Jesús, protomártir…

A propósito: hoy hace 30 años y 10 días de que falleció, algún temerario asegura que en olor de santidad, José María Escrivá, el padre Balaguer, el padre Chemita, o San Josemaría, como ustedes prefieran. El fundador del Opus Dei fue exaltado el pasado lunes 4 de julio, en el diario Reforma por el opusdeísta Francisco Ugarte. Y qué profusión de ditirambos, qué juego de fuegos fatuos en los conceptos que copia a Joseph Ratzinger, hoy papa de Roma:

«Josemaría se supo toda su vida bajo el manto de la Virgen, que era su Madre. En su cuarto de trabajo, frente a la puerta, había un cuadro de Nuestra Señora de Guadalupe: esta imagen acogía su primera mirada cada vez que entraba. Recibió también su última mirada».

Escrivá y su cauda de detractores que hoy, como ayer, forran de podre y descalificaciones al santo franquista: «Los opositores a la canonización de Escrivá denunciaron otros pecados del fundador del Opus Dei, aparte de la acumulación de riqueza como aquella de que «El Opus Dei es peor que una secta, son mercaderes del evangelio, que destrozan vidas humanas…»

Pero Escrivá fue canonizado. Por cuanto al martirio de Felipe de Jesús y sus compañeros: «Cada uno fue sujetado a una cruz con argollas y cuerdas; dos de aquéllas se colocaron en las muñecas, otras tantas en los pies y una en el cuello. Felipe de Jesús fue el primer crucificado: alanceado en tres partes, dos por los costados y una por el pecho, murió murmurando el nombre de Jesús». Fue canonizado, repito, 265 años después de su martirio…

¿El santo de los opusdeístas? «Una fuente del Vaticano, publicó el Newsweek, asegura que, en contra de los procedimientos establecidos, no se incluyó ningún escrito publicado, crítico, hacia Escrivá, en los documentos del proceso de beatificación. Tampoco se investigaron sus famosos conflictos con los jesuítas ni los informes sobre sus tendencias profascistas ni la implicación del Opus Dei con el gobierno de Franco». Dios.

(Más de Escrivá, el lunes.)

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