Los muertos no nos asustan

Y la memoria histórica, que no se nos vaya a morir. Hoy se cumplen 17 años  y 5 días de que  en el Vado Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, Gro., la metralla de la Policía Motorizada destazó  las carnes (premeditación, alevosía y ventaja) de militantes de una Organización Campesina de la Sierra del Sur a la que diezmaron a fuego, sangre y dolor. Fue aquel un tiradero de cadáveres y heridos que aventó al duelo a deudos, viudas y huérfanos. Presente en la carnicería, un a modo de representante oficioso del gobierno de Rubén Figueroa Alcocer: Sotomayor Espino, Rodolfo, sub-procurador del Estado. Días después, a nombre de los matanceros, iba a declararlo el sub-procurador de marras:

– Si yo acudí a Aguas Bancas fue por órdenes del ahora ex procurador Antonio Alcocer Salazar.

Y ya.El que protegió al ex-gobernador Figueroa para que no fuera procesado como responsable de la matanza fue el propio Sistema de poder. Ese al que señalaron de autor intelectual de la masacre tenía un compadre en Los Pinos, Ernesto Zedillo. Ante la acusación de su subalterno,  se defendió en 1997 Alcocer Salazar:

– ¡Yo rechazo cualquier responsabilidad penal en la matanza de Aguas Blancas, ni tengo idea de cómo pueda ir el caso! Yo estoy alejado del asunto, no tengo ni la menor idea. Yo ahora soy comisionado del PRI en Chilapa…

Y lo que va de ayer a hoy: en noviembre de 1995 y a nombre de algún organismo defensor de derechos humanos se encrespaba una Mariclaire Acosta enérgica y decidida  hasta que caer de funcionaria foxista le melló el filo:

– ¡Rubén Figueroa es un asesino! El compadrazgo entre Rubén Figueroa y Ernesto Zedillo es un obstáculo para la aclaración y castigo de todos los hechos violentos registrado en Guerrero. A mí me parecería muy lamentable que todo un Presidente de la República apoyara a un asesino como Rubén Figueroa, y esto sólo porque es su compadre.

Todavía hoy (todavía hace lustros) para defensores de los derechos humanos de aquí y el exterior “lo sucedido en el vado Aguas Blancas no es un hecho aislado. Desde que Rubén Figueroa, compadre de Ernesto Zedillo, asumió la gubernatura (1º. de abril de 1993), habían sido asesinados 70 miembros del Partido de la Revolución Democrática  y 21 integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur; han desaparecido decenas de opositores; tan sólo en el municipio de Atoyac de Alvarez se han registrado más de cien  asesinatos y 23 secuestros en 22 meses”. Detrás de las cifras  la absoluta impunidad, la desidia del paisanaje,  el olvido y la paz. La de los sepulcros. Es México.

Pero la lucha de deudos y víctimas continúa: México, marzo de 1996. En nombre de las viudas y familiares de los campesinos asesinados en Aguas Blancas, Paula Galeana Baltasar entregó una carta al Sec. Gral. de la ONU, Boutros Ghali, para solicitar su intervención ante el Pres. Zedillo en procura de justicia. ¿Y? Ghali, en silencio, guardó la carta. Mientras, J. Rubén Catalán, Sec. Gral. del gobierno de Rubén Figueroa, regresó a su notaría de Acapulco, donde seguía dando fe pública como notario. Y la paz.

Noviembre de 1995. Fidel Velázquez acudió al palacio de gobierno para dar todo el apoyo de la CTM a Rubén Figueroa:

– ¡Usted, señor gobernador, sabe que a nosotros los cetemistas no nos asustan los muertos! ¡Ojalá que los demás gobernadores hicieran lo mismo que hizo usted, caiga quien caiga!

México, 28 de junio de 1995. Vado Aguas Blancas, ¿ya lo olvidamos? ¿Y Acteal, y El Charco, y El Bosque?  Es México. (Qué país.)

«¡Figueroa asesino!»

«¡Tú matas campesinos!» Y para el sucesor en Los Pinos, la memoria histórica. Acapulco, Guerrero, 28 de junio.

– Conmemoramos este 17 aniversario de estos 17 compañeros asesinados  en Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez. Este es un pequeño homenaje a estos mártires.

Los manifestantes reclamaron que ni el ex-gobernador Rubén Figueroa Alcocer ni el finado general Mario Acosta Chaparro fueran castigados por la justicia. Mis valedores:

Hace 17 años, 17 campesinos fueron asesinados y 23 más heridos en Aguas Blancas por policías del gobierno de Rubén Figueroa.  De los autores intelectuales de la masacre del dos de octubre de 1968 uno de ellos sintió todo el peso de la justicia, por más que a décadas de distancia del reguero de cadáveres desparramados en Tlatelolco. Por sentencia del juez respectivo, Luis Echeverría fue condenado a arresto domiciliario. ¿Es válido suponer que a Figueroa Alcocer,  ex gobernador de Guerrero y autor intelectual de la masacre de Aguas Blancas perpetrada el 28 de junio de 1995, la justicia lo va a castigar con arresto domiciliario dentro de algunas décadas? Para recordar, a la distancia de 17 años,  la matanza de campesinos…

Hoy hace ya 17, con 4 días,  de que  el vado Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, se engrifó de cadáveres masacrados; una masacre, la de Guerrero, que presagiaba la de Acteal, El Charco y El Bosque,  en Oaxaca y Chiapas, y tantos crímenes más, impunes, como los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, y el Edo. de México. Mis valedores:

Por que la memoria no se nos muera y por que sepamos a qué atenernos en relación al esclarecimiento de los tantos crímenes que claman justicia: el entonces presidente Zedillo prometió hacer pronta y expedita justicia. Sobre la testa de los asesinos iba a caer todo el peso de la ley y todo el rigor de la justicia. Once años pasaron, llegaron los gobiernos de Fox y el Verbo Encarnado,  ¿y?

Lo publicó en su momento el periodista Carlos Ramírez: «El día de su destape Zedillo acudió a una fastuosa residencia y fue recibido por el propietario: el gobernador guerrerense Rubén Figueroa Alcocer, su compadre».

No mucho tiempo después iba a ocurrir que Anacleto Ahuehueteco, Simpliciano Martínez, Clímaco Martínez y una docena más de paisanos, militantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, iban a ser minuciosamente masacrados a mansalva por las balas de una Policía Motorizada que (órdenes superiores) les disparó a discreción. Detrás estaba un personaje para tantos guerrerenses siniestro, hijo siniestro del siniestro de todo Guerrero, Rubén Figueroa Figueroa: el Figueroa Alcocer compadre del dicho Zedillo. De espectador, con las balas del gobierno sembrando el almácigo de muertos, Rodolfo Sotomayor Espino, sub-procurador de Justicia de GuerreroSecretario Gral. de gobierno con Rubén Figueroa era J. Rubén Robles Catalán, y un Antonio Alcocer Salazar el Procurador de Justicia estatal. Hoy, intocable e intocado, el compadre que señalan como autor intelectual de la masacre sigue, en libertad, administrando sus negocios camioneros, uno de ellos con PEMEX.  Es México.

A 17 años justos (injustos, por la impunidad de que disfrutan los  responsables del sembradío de cadáveres), todos los implicados andan en  libertad. Yo, para apuntalar una memoria histórica que en el paisanaje es tan sutil, tan efímera y vulnerable, planto aquí algunos datos de lo que una vez rematada la labor de los matanceros ha ocurrido a nivel de justicia. (Sigo mañana.)

Sotanas y narcos

“Son intereses jacobinos los que intentan deslegitimar la misión eclesiástica. ¿Acaso es un crimen que los narcotraficantes arrepentidos de sus pecados se acerquen a la Iglesia? Ella, la Iglesia, no está obligada a rendir información sobre los recursos que le entran»

(C. Abascal cuando Sec. de Gobernación.)

¿Así que gobernadores corruptos? ¿Y ciertos jerarcas católicos?  «Las limosnas de los narcos  se purifican al entrar a la Iglesia»: Ramón Godínez, entonces obispo de Aguascalientes.

El religioso  Leonardo Boff: “Es profundamente antiético que jerarcas de la Iglesia Católica Mexicana se hayan visto envueltos en problemas con el narcotráfico. El poder religioso entra siempre en articulación con el poder político y el poder económico. Si el poder religioso no es vigilado, controlado, y si no mantiene su altura ética, degenera en los negocios sucios».

El Teólogo de la Liberación fue desmentido por el obispo Sergio Obeso: “Rechazo que la Iglesia utilice dinero del narcotráfico. Se pueden decir tantas cosas, pero hay que probarlas».

Carlos Quintero, obispo: “Claro que sí, lo acepto: recursos del narcotráfico han llegado hasta las arcas de la Iglesia, particularmente en esta frontera. En Tijuana hay familias que han sostenido parroquias con dinero del narcotráfico. Seamos realistas. Si, no podemos ocultar el mal, pero tampoco debemos omitir las cosas buenas del mal. Aquí hemos encontrado familias buenas que han ayudado a sostener el seminario y muchas otras que han aumentado el número de parroquias».

Y un sacerdote José Raúl Soto,  de la Universidad Pontificia de México:

“Aquí, en la basílica de Guadalupe, los narcotraficantes son muy generosos. Sin dejar de ser traficantes de drogas ayudan y dan limosnas que nosotros ya las quisiéramos hacer. Los más generosos han sido Rafael Caro Quintero y Amado Carrillo Fuentes”.

Alberto Athié sacerdote: “La Iglesia Católica Mexicana se mantendrá siempre abierta a los narcotraficantes, sí, pero sólo para pedirles que abandonen su actividad. Ellos, los narcotraficantes, son vistos como los más malos entre los malos, pero en muchas ocasiones son diferentes. No podemos identificarlos como personas esencialmente malas. Hay quienes tienen la inquietud de buscar el bien y con sus generosas limosnas hacer cosas a favor de la comunidad”.

“Yo sí reconozco que recibo sus donativos”, afirma Ernesto Alvarez, sacerdote amigo de la familia de Amado Carrillo Fuentes, al que se dice acompañó en un viaje por Tierra Santa y celebró, en El Guamuchilillo, Sin.,la misa de cuerpo presente en el sepelio de “El Señor de los cielos”.

Feligreses de Malpaso, Ags., acusaron al cura: “Mantiene relaciones con narcos. Ellos le obsequiaron una camioneta y una arma de fuego. Maneja una sola capilla de una población de tres mil habitantes, pero tiene dos cuentas bancarias, una con más de un millón 300 mil pesos”.

Jerónimo Prigione, cuando nuncio apostólico de El Vaticano en nuestro país: “Fue el padre Gerardo Montaño el enlace entre los  Arellano Félix y yo. Pero no volveré a tener contacto alguno ni a entrevistarme con otros narcotraficantes”.

Onésimo Cepeda, empresario taurino y obispo:  “Nosotros los clérigos les podemos decir a Amado Carrillo y demás narcotraficantes: Váyanse, hijos, el Señor los perdona y no pequen más».

Fechada en 1997:  “La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público no prevé sanciones por el caso de las narco-limosnas ni habrá modificaciones al respecto”. Sin más.  A los gobernadores corruptos la ley. ¿Y a las sotanas?  (México.)

De tumbas y mártires

Ya nos faltaron al respeto, mis valedores. Ya nos tomaron la medida. Nos vencen por nuestra pura ignorancia, y por nuestra pura ignorancia nos tornan colaboracionistas de ese enemigo histórico tan amigo de la alternancia como enemigo del cambio, que sería su extinción. Y a propósito de la ignorancia:

¿De qué manera puede interpretarse aquello que ocurrió el pasado 21 de abril? El hombre de Los Pinos,  según es su obligación, acudió a oficiar el rito correspondiente a la invasión de tropas norteamericanas a territorio mexicano, desmesura que se perpetró el 21 de abril de 1914 contra la tantas veces heroica ciudad y puerto de Veracruz. Allí estuvo presente, como para preservar entera la memoria histórica, el presidente del país.

En el escenario del asesinato de patriotas mexicanos víctimas de  las balas expansivas dum-dum se ofició una ceremonia que el gobierno tituló  oficialmente «Aniversario de la defensa del puerto de Veracruz«, con el hombre de Los Pinos haciendo honor a la memoria de las víctimas de la invasión de soldados gringos:

– ¡No estoy dispuesto a cederle la plaza al enemigo! ¡México no se rinde  y no se rendirá, antes bien avanzará contundentemente hasta la victoria en su lucha contra el crimen organizado!

¿Contra el qué, dijo el de Los Pinos? ¿Y la sustancia de la conmemoración? ¿Y el territorio patrio pisoteado por los invasores? ¿Y los marines gringos, arma embrazada, posesionados de las calles de Veracruz? ¿Y los caídos Aureliano Monfort, gendarme, Andrés Montes, carpintero, y José Azueta y Virgilio Uribe, cadetes de la Escuela Naval? ¿La historia patria sirvió al de Los Pinos tan sólo para proyectar (¡Una vez más!) su obsesión delirante, su delirio compulsivo por esa guerra perdida con la que multiplicó hasta la ignominia el número de víctimas del gringo invasor? Atroz.

Este día, mientras tanto, el mundo conmemora la epopeya de Chicago, donde el 1o. de mayo de 1886  la «ley» del Sistema asesino a unos trabajadores que reclamaban justicia para el de salario mínimo, y a propósito: ¿el hombre de Los Pinos qué ira a decir al respecto? ¿Por nombrar a Spies, héroe civil, se referirá al Chapo Guzmán? ¿Dirá en lugar de Fisher, Heriberto Lazcano? ¿Mentará el nombre del Mayo Zambada por el de Louis Lingg?

Aquí, contra el escamoteo que esos del Sistema de poder perpetran contra la memoria histórica, patrimonio de toda la comunidad, va un esbozo de aquello que sucedió en la ciudad de Chicago hace siglo y cuarto corrido:

Aquel primero de mayo, dicen las crónicas, amaneció caluroso. Muy temprano salió el sol, dorando los patios de la prisión. En su respectiva celda de condenados a muerte  ocho obreros aguardaban la horca. Un ruido de cerraduras marca el final. Uno de los que aguardan la muerte detiene su ambular de león enjaulado. “¿Ya es hora?”, pregunta. “Vamos afuera”, dice uno de los celadores, mostachos grandes e hirsutos. «Vamos afuera».

El crimen fue perpetrado por el capitalismo (Chicago, 1º. de mayo, 1886) contra un grupo de obreros que en su lucha por la jornada laboral de ocho horas y un pago salarial menos injusto aventaron su vida en prenda y alcanzaron el rango de mártires: August Spies, George Engel, Albert R. Parson, Adolph Fisher y Louis Lingg. Uno de los sentenciados, rumbo al patíbulo:

«Así pues, llegó la hora de la verdad…»

Mis valedores: aquí habré de contrastar lo que dijeron los luchadores civiles a la hora de su asesinato y lo que en el Día del Obrero Mundial haya dicho el hombre del Verbo Encarnado. (Vale.)

Wal-Mart, Teotihuacan

“Cuando vi que taladraban la cima de las pirámides (¡más de 16 mil perforaciones!) sentí un angustia y coraje. Eso nos preocupó y llevamos la denuncia ante las autoridades”.

(Rubén Cabrera,  investigador de la zona arqueológica de Teotihuacan.)

Aquí concluye, mis valedores, la trascripción del Decreto que en defensa de la zona arqueológica publicó De la Madrid en el Diario Oficial del 30 de octubre de 1988. Sus partes medulares:

Que el proceso de urbanización al que está sujeta la zona de Teotihuacan puede producir un deterioro irreversible que significaría la pérdida de una parte importante de nuestro patrimonio cultural y la imposibilidad de alcanzar un mejor entendimiento de nuestro pasado; Que ese deterioro es observable no sólo en la zona de monumentos arqueológicos sino también en las áreas contiguas que influyen en las características visuales y ambientales de la propia zona de monumentos;

Que los Gobiernos del Edo. de México y de los Municipios de Teotihuacan y San Martín de las Pirámides comparten con el Ejecutivo Federal el interés de preservar la Zona Arqueológica de Teotihuacan; Que para atender convenientemente a la preservación del legado arqueológico que contiene esta zona, sin alterar o lesionar su armonía, el Ejecutivo Federal considera necesario incorporar la totalidad de la zona de referencia al régimen de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos y su Reglamento, lo que contribuirá a su protección integral, y Que en virtud de decretos expedidos en 1907 y 1964, una parte de esta zona ya se encuentra incorporada al patrimonio nacional, restando necesario extender a las áreas adyacentes con las medidas de conservación, restauración, recuperación y ordenación que prevé la legislación vigente, he tenido a bien expedir el siguiente D e c r e t o   por el que se declara zona de monumentos arqueológicos el área conocida como Teotihucan. Art. 5º.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia, en ejercicio de sus acciones legales, vigilará el cumplimiento del presente Decreto (etc.)

Art. 6º.- A la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, en el ámbito de su competencia, le corresponderá: (…) IV.- Dictar las medidas necesarias para mantener el equilibrio ecológico existente o para restituirlo, en su caso, en la zona arqueológica materia de este Decreto. Art. 10.- Las dependencias del Ejecutivo Federal a que se refieren los artículos anteriores promoverán conjuntamente y en coordinación con el Gobierno del Estado de México y los ayuntamientos respectivos, una campaña de sensibilización y apoyo de la población a las medidas de difusión y preservación del patrimonio cultural dispuestos por este ordenamiento.

Y finalmente  el 13: En la zona de monumentos definida en este Decreto no se autorizarán construcciones cuya función, diseño o ubicación alteren, afecten o distorsiones los valores monumentales o el uso educativo y de investigación a que la misma está destinada. En las Areas Central y Ampliada de Monumentos no se permitirán construcciones nuevas ni ampliación de las existentes, con excepción de aquellas que realice el INAH para el rescate, revitalización y difusión de los monumentos y de la zona misma.

Hasta aquí los párrafos más significativos del Decreto presidencial. ¿Y? ¿Lo cumplió e hizo cumplir Peña Nieto, gobernador por entonces del Edo. de México? ¿Preservó la zona arqueológica? ¿Se evitó que Wal-Mart sentara sus reales en la Ciudad de los dioses? Ah, México. (Este país.)

Vidas paralelas

Echeverría y López Portillo, deshecho par de desechos arrumbados en el desván de la Historia. Hoy día, cuando cualquiera de los políticos escribe más libros de los que lee, copio estos  párrafos de Mis tiempos. Aquí, lamentable sintaxis:

“Consolidé mi amistad con Echeverría. Le ofrecí toda mi lealtad”.

Matrimonio de Echeverría. Lo relato porque participé  activamente en ello. El 1º. de enero de 1944, fue a mi casa Luis, y me dijo más o menos esto: Mi hermano. Creo que mañana me voy a casar con María Esther Zuno.

No quería avisar ni a sus padres ni a sus hermanos, por el lío que se armaría con la sorpresa y acudió a mí. Yo tenía algo más de 40 pesos que puse a su disposición.

“El 17 de septiembre de 1975. Brusca, aunque no inesperadamente, Echeverría me dijo algo como esto: Señor licenciado López Portillo, el Partido me ha encomendado preguntarle si aceptaría usted la responsabilidad de todo esto, y con un gesto envolvió el ámbito del Poder Ejecutivo, concentrado allí en el despacho de Los Pinos”:

– Sí, señor Presidente. Acepto.

– Bien. Entonces prepárese usted, pero no se lo diga a nadie, ni a su esposa ni a sus hijos.

“Recuerdos, lealtades y afectos para LEA: las autoridades de  Gobernación  pasaban información inquietante sobre las actividades  del ex presidente y que se vinculaban con las que realizaban quienes habían sido sus colaboradores, especialmente Muñoz Ledo y Gómez Villanueva.  Por primera vez en mi vida, iba, poco a poco, asumiendo guardia frente a un viejo amigo. Mantenía abiertas sus relaciones públicas con muchos resentidos, desubicados, que vaciaban en él angustias y rabias”. (El de la politiquería, terreno pantanoso.)

Por cuanto a los sucesivos matrimonios de JLP, de Carmen Romano, primera esposa de JLP, lo publica  la crónica:

“Vestida con elegancia, la ex-primera dama de la nación reveló que estaba escribiendo dos libros. “Uno, de mis experiencias como esposa de un presidente, y otro, que yo llamo “mis primeras veces”, que será no sólo para México, sino para el mundo entero”. (Sus primeras veces…)

Acompañada por guardianes en el recinto del Poliforum cultural Siqueiros, ataviada con un llamativo juego de aretes, gargantilla y anillo de filigrana en oro con diamantes y granates, la ex-esposa del ex-presidente señaló: “Yo soy quien soy, lo que soy y lo que hice; no me interesa que me reconozcan. Los ataques no me lastiman”.

Sobre las numerosas acusaciones de que era objeto tocante al dispendio con que se manejó cuando fue primera dama: “¿Cuál dispendio? No hubo dispendio alguno, quienes así lo dicen es por desconocimiento, pero reconozco que como esposa del presidente no tuve limitaciones económicas, pero eso depende también de las personas, ¿no?”

– ¿Y de sus tantísimos viajes por todo el mundo?

– Esos eran invitaciones.

Carmen Romano murió de una enfermedad mortal de necesidad, se dice; de una que se transmite por contagio sexual. López Portillo, todavía garañón por aquel entonces, tomó por esposa a la actriz Sasha Montenegro, pero tiempo más tarde se advierte la decadencia del figurón: “López Portillo  en el sanatorio. Sasha Montenegro no lo ha visitado. A los que dicen que está en estado de coma, ironiza: Eso quisieran, que yo  estuviera en estado de coma, pero estoy en estado de come y come en mi cama”.

Al término de su existencia quien ostentara la banda presidencial, con susurrante vocezuca se dolía,  redrojo senil:

–          Sasha me maltrata, me cachetea, de pendejo no me baja…

(Abyecto.)

Chaquetazo

Que la señora Martha regresa al barroso terreno de la política, dije a ustedes ayer. Que si en el primer intento no pepenó el sillón del gobierno ahora viene por la revancha y dispuesta a robar cámara con todo y micrófonos, y atragantarse de protagonismo y fuegos y juegos  fatuos. El mensaje se lo dediqué en el intento fallido; hoy, debidamente actualizado, se lo dedico una vez más.  Señora Martha:

Flor de un día, en un tiempo soñó usted con encaramarse en el sillón del gobierno, y ya sus dos reales en él darse entera al derroche y los lujos desaforados, al saqueo de las arcas públicas y a aplacar la delirante ambición de todo mediocre, arribista y logrero: por no ser,  tener. ¿Para quién? Para usted y toda la parentela, de aquí a la quinta generación. Señora:

¿Pues qué sueños de opio me la llevaron a imaginar tal desmesura? Nada era usted, y a la nada había vuelto. “Conócete a ti mismo”, exhortaba el oráculo de Delfos, y Sócrates recogió aquella frase y la tomó de divisa.  “Conócete”. Y usted nunca tuvo conciencia de su pequeñez, y cuando el remolino cesó vino el porrazo. El hechizo se esfumó. La carroza tornó a ser lo que siempre fue, calabaza. El onanismo mental de gloria, poder, lujos y derroches: todo se tornó un montón de ceniza, la de los sueños de opio que incinera la realidad. Y a volver a lo oscuro, a esa mediocridad que es el santo y seña de usted, y a desandar lo andado, a recular, como tarde o temprano recula la fauna de los trepadores, los arribistas, los oportunistas, los oficiantes del rastacuerismo. Señora:

¿Ahora a qué se dedica usted?, le preguntaba al finalizar el sexenio de su marido. ¿Qué oscuras actividades la mantienen ocupada  en su refugio provinciano? Después de que vivió en el cogollo del poder y aspiró los humos de ese avieso copal que a su hora le quemaron  los serviles que nunca faltan y siempre salen sobrando, ¿qué fue de sus lambiscones? ¿Cuántos de esos cortesanos siguen alimentándole su vanidad y devaneos de frustrada estadista? Por mantener vivos los amarres concertados en sus tiempos de influencia y poder, ¿mantiene usted una copiosa comunicación telefónica?  ¿Por internet? ¿Tiene un íntimo circulillo de amistades? ¿En algún club, lonja, cofradía o asociación religiosa consuela su frustración? ¿Mira por su familia? ¿Le ha dado por  cultivar su jardín, criar pájaros, tejer chambritas para los nietos? Pero cuidado, no le dé por escribir, que últimamente personas de muy baja estofa, fabiruchis de la coprofilia televisiva, han abaratado mi oficio de escritor con mamotretos que al atizar el morbo de unas pobres masas adictas a los chismes, recámara y excusado, de las estrellitas gran canal, con productos de excusado han terminado por alimentar el espíritu de esas masas. Doña Martha:

Miré satisfecho que volvía usted a su mundo minúsculo, cortado a la medida de su propia mediocridad, ese que usted merece y del que nunca debió haber salido. Que ahí permanezca, deseé por aquel entonces; que nunca ventolera ninguna  la regrese al juego y rejuego politiquero, que es decir a maniobras, concertaciones, amarres e intereses oscuros de politiquería barata, que a los paisas nos sale tan cara. En fin.

Es cuanto, señora Martha E. García, frustrada aspirante a suceder a un Antonio Echevarría Domínguez, marido de usted,  en la gubernatura de Nayarit y que hoy día, perredista de corazón, públicamente muda de chaqueta, refajo, o corpiño,  y disfrazada de panista (¿de cuándo a acá?) se arroja a jugarse la de Nayarit. (¡Puagh!)

¿Lujuria mal reprimida?

Moralina y buenas conciencias. Sigue aquí la aspaventera visión del fraile Predicador de Su Majestad, y apostólico del Colegio, y Misión de Propaganda Fide de Las Indias Occidentales, de la Cd., de Santiago de Querétaro, Fray Antonio de Ezcaray, que lo hizo saber a su rebaño en el año de gracia de 1691:

“Qué más incentivo a la lujuria que ver a las mujeres con una zaya toda abierta por delante, para que por la abertura se vea la otra zaya, o a los hombres con unos calzones tan ajustados, que en la misma estrechez manifiestan la forma del muslo, y algo más que por la decencia conviene callar”.

De esto hace ya siglos y décadas, pero el anatema del fraile retoñó la semana anterior en Huatulco, Oax., donde el ayuntamiento acaba de emitir un código de vestimenta con la prohibición expresa de que las trabajadoras del municipio usen escotes, minifaldas, pantalones ajustados y afeites exagerados, que incluyen “sombras en los ojos”.

Y fulminante la excomunión del clero católico no en 1691, sino hoy día, cuando moralina y buenas conciencias satanizan las “malas costumbres” de la sociedad:

Quienes practican esa cruel masacre de inocentes e indefensos que es el aborto son peores que los secuestradores y los violadores, ya que son auténticos asesinos.

Mérida, 2005. “Las instalaciones de la Unidad de Atención Psicológica, Sexual y Reproductiva, que aboga por el derecho al aborto y al sexo con responsabilidad, fueron apedreadas por militantes de grupos religiosos radicales. Miembros de Provida profirieron insultos contra la dirigente de la mencionada clínica”.

En 1691, Fray Antonio de Ezcaray: “Qué más incentivo a la lujuria que ver a una mujer agarrotada por la cintura y tan pomposa de lo restante que con la zaya que traen puesta pudieran vestirse cuatros doncellas pobres. Qué más culpables que ponerse un manto, tan transparente, tan pernicioso, que descubre a la mujer de pies a cabeza, añadiendo a este manto una red infernal de puntas, para que por ellas les vean el pelo rizado, las rosas, el chiqueador, la toca, un diluvio de cintas, botones y otras superficialidades…”

 

Querétero, Qro., siglos más tarde: “El Reglamento del Buen Decir tuvo que ser cancelado por la polémica que levantó la inclusión de sanciones a las personas que utilizaran un lenguaje soez en la vía pública”.

Fray Antonio de Escaray: “Innumerables pecados se cometen por los trajes profanos, afeites, escotados y culpables ornatos, que en estos miserables tiempos y en los antecedentes ha inducido el infernal Dragón para destruir, y acabar con las almas, que con su preciosísima Sangre redimió nuestro amantísimo Jesús. Tal visión de Apocalipsis abarca Querétaro y ciudades españolas. Qué más provocación que la diversidad de formas y figuras en los vestidos. Hoy son de un modo y mañana de otro: ya acuchillados, ya más estrechos, ya abiertos, ya con muchos pliegues, y con otras hechuras (…) Hay vestidos blandos, suaves, provocativos a la lujuria como las camisas de olán, cambray, bretaña, holanda o las camisas bordadas con las mujeres por seda”.  Mis valedores…

En el anatema del fraile a los vestidos femeninos (ya abiertos, ya estrechos o acuchillados), ¿no perciben ustedes un a modo de regüeldo de lujuria mal reprimida? ¿No advierten amagos de represión sexual en el mensaje que (¿entre ahogos, quizá, con el pulso alterado?) arroja el predicador contra las féminas de su tiempo? Entre el hoy y el ayer, ¿se ha producido algún cambio en la sotana y la capa pluvial? (¡Verbo Encarnado!)