¿Un pacto de solidaridad?

María de los Angeles, hechura política del “compatriota” Salinas, que así le pagó un  señalado favor, según juran las lenguas de doble filo. Y es que fue el Dr. Manuel Moreno, padre de la susodicha, quien se atrevió a extender en calidad de “muerte accidental” el acta de defunción de aquella niña Manuela, 12 años apenas  y ya trabajadora doméstica al servicio de la familia Salinas Lozano, que fue “fusilada” por los hermanos Raúl y Carlos, por aquel entonces menores de edad.  ¿Infancia es destino? En fin. Esta  Moreno, que ha ocupado curules y escaños,  se prepara una vez más, aunque todavía a lo disimulado, para alcanzar la jefatura de esta ciudad capital. La Moreno.

Pues sí,  pero no,  que la de los Angeles  pretende volar mucho más alto de lo que le dan sus faldas, y hoy no se advierte un Dédalo que con cera de los pinos le pegue unas alas de cartón con qué suceder en el cargo al sucesor de López Obrador. María de los Angeles.

Aduladora por vocación y estrategia, ella a su hora quemó copal en el altar del santo Salinas. Pero no únicamente al del robo de media deuda secreta, según lo afirmó en su momento Miguel de la Madrid. También, desde 1988, la Moreno rindió su labia ante ese mismo que después de su acusación pegó el reculón, un  De la Madrid que al rematar su sexenio, y en la vorágine de la globalidad intentaba también rematar el país. La de los Angeles, desde la Subsecretaría de Programación y Presupuesto, siempre a la sombra de su inventor, intentó colorear el gris rata del primer mediocre de las cejas alacranadas que fingió gobernar el país, y a loas y odas (no odas, Moreno) intentó justificar la gestión presidencial del desabrido:

“El Presidente Miguel de la Madrid no está frustrado ni defraudado por que algunas metas no se hayan podido cumplir. No puede haber frustración porque muchos de los planteamientos iniciales se han superado, aunque en algunos otros las metas quedaron por debajo. Pero esto es algo que ocurre en cualquier sistema social vivo. Sí, es como el futbol americano: si tenemos 10 yardas por avanzar y lo logramos, luego tenemos que avanzar más, ¿no?

Claro, aún existe una deuda social con las mayorías, que implica desigualdades entre grupos sociales, regiones y sectores que no tienen las mismas posibilidades. Yo, por ejemplo, he podido alimentarme, estudiar y viajar, tener un empleo a un nivel adecuado y todo un conjunto de prestaciones que han hecho de mi vida más que aceptable. No como algunos campesinos que difícilmente han salido de su localidad, y que están en un nivel de subsistencia…

“¿El subempleo?”, siguió la Moreno. “Ese se da por diversos motivos: tiempo de trabajo, bajos ingresos o por realizar una actividad diferente para la cual se estudió. Si el ingreso en más bajo que el salario mínimo se estima que en México  hay subempleo, pero una de las principales características del Presidente De la Madrid ha sido su consistencia y veracidad. Desde un principio habló de una crisis muy severa y de la necesidad de afrontarla todos aun con un enorme sacrificio, aunque a muchos no les gustara. Así,  ha actuado con  realismo al señalar que habrá metas que no se podrán alcanzar. Pero el esfuerzo y el empeño que se han puesto en esta administración son ejemplares, y por eso la firme voluntad de seguir adelante con el Pacto de Solidaridad Económica, que es un ejemplo de concertación, aunque algunos quiera desviarlo”.

Ese pacto atroz, horroroso. Ah, la Moreno. (Ah, México.)

María de los Angeles, hechura política del “compatriota” Salinas, que así le pagó un  señalado favor, según juran las lenguas de doble filo. Y es que fue el Dr. Manuel Moreno, padre de la susodicha, quien se atrevió a extender en calidad de “muerte accidental” el acta de defunción de aquella niña Manuela, 12 años apenas  y ya trabajadora doméstica al servicio de la familia Salinas Lozano, que fue “fusilada” por los hermanos Raúl y Carlos, por aquel entonces menores de edad.  ¿Infancia es destino? En fin. Esta  Moreno, que ha ocupado curules y escaños,  se prepara una vez más, aunque todavía a lo disimulado, para alcanzar la jefatura de esta ciudad capital. La Moreno.

Pues sí,  pero no,  que la de los Angeles  pretende volar mucho más alto de lo que le dan sus faldas, y hoy no se advierte un Dédalo que con cera de los pinos le pegue unas alas de cartón con qué suceder en el cargo al sucesor de López Obrador. María de los Angeles.

Aduladora por vocación y estrategia, ella a su hora quemó copal en el altar del santo Salinas. Pero no únicamente al del robo de media deuda secreta, según lo afirmó en su momento Miguel de la Madrid. También, desde 1988, la Moreno rindió su labia ante ese mismo que después de su acusación pegó el reculón, un  De la Madrid que al rematar su sexenio, y en la vorágine de la globalidad intentaba también rematar el país. La de los Angeles, desde la Subsecretaría de Programación y Presupuesto, siempre a la sombra de su inventor, intentó colorear el gris rata del primer mediocre de las cejas alacranadas que fingió gobernar el país, y a loas y odas (no odas, Moreno) intentó justificar la gestión presidencial del desabrido:

“El Presidente Miguel de la Madrid no está frustrado ni defraudado por que algunas metas no se hayan podido cumplir. No puede haber frustración porque muchos de los planteamientos iniciales se han superado, aunque en algunos otros las metas quedaron por debajo. Pero esto es algo que ocurre en cualquier sistema social vivo. Sí, es como el futbol americano: si tenemos 10 yardas por avanzar y lo logramos, luego tenemos que avanzar más, ¿no?

Claro, aún existe una deuda social con las mayorías, que implica desigualdades entre grupos sociales, regiones y sectores que no tienen las mismas posibilidades. Yo, por ejemplo, he podido alimentarme, estudiar y viajar, tener un empleo a un nivel adecuado y todo un conjunto de prestaciones que han hecho de mi vida más que aceptable. No como algunos campesinos que difícilmente han salido de su localidad, y que están en un nivel de subsistencia…

“¿El subempleo?”, siguió la Moreno. “Ese se da por diversos motivos: tiempo de trabajo, bajos ingresos o por realizar una actividad diferente para la cual se estudió. Si el ingreso en más bajo que el salario mínimo se estima que en México  hay subempleo, pero una de las principales características del Presidente De la Madrid ha sido su consistencia y veracidad. Desde un principio habló de una crisis muy severa y de la necesidad de afrontarla todos aun con un enorme sacrificio, aunque a muchos no les gustara. Así,  ha actuado con  realismo al señalar que habrá metas que no se podrán alcanzar. Pero el esfuerzo y el empeño que se han puesto en esta administración son ejemplares, y por eso la firme voluntad de seguir adelante con el Pacto de Solidaridad Económica, que es un ejemplo de concertación, aunque algunos quiera desviarlo”.

Ese pacto atroz, horroroso. Ah, la Moreno. (Ah, México.)

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