El periodismo, mi oficio

Revisar libertad de expresión en los medios. exige el Sec. de Gobernación. Se ordena a los mediosabstenerse de difundir manifestaciones que busquen denigrar, calumniar, infamar, injuriar o atacar la honra y reputación del PRI y sus candidatos. El infractor se hará acreedor a una sanción.

La libertad de expresión en México, mis valedores. La obscenidad  se publicó en el matutino de hace algunos ayeres, pero en nuestro país  no hubo fundamentalista que vengara la ofensa. La deyección del desbozalado ultraderechista:

“En 1968 un grupito de locos, hoy transformados en opulentos burgueses,  montaron una grotesca conspiración golpista para derribar al gobierno y montar la dictadura marxista. Se estrellaron contra Díaz Ordaz, apoyado resueltamente por el ejército. Sólo contaron con la militancia aborregada de la clase social más fácil de manipular por su inexperiencia e inmadurez: algunos estudiantes de universidades dominadas por la caterva intelectualoide del marxismo.

Utilizaron a su santón y lamebotas castrista: Lázaro Cárdenas, quien montado en el toldo de su auto, en el zócalo capitalino, arengó a una masa de gritones para ocupar Palacio Nacional. La respuesta de los motineros enemigos de México: ¡Revolución Sí, Olimpiada No! Pero obreros,  campesinos, clases medias y la Nación entera les dieron la espalda.

El 2 de octubre los traidores lanzaron a las juventudes a su última trampa sangrienta. Su estrategia: provocar a nuestras Fuerzas Armadas. Nuestro Ejército no cayó en la trampa. Nuestros soldados fueron agredidos por los francotiradores terroristas que previamente se habían escondido en lo alto de los edificios. El Ejército protegió primero a los civiles que se vieron envueltos en la balacera. Después dirigió el fuego contra los francotiradores. El complot traicionero de la antipatria roja fue aplastado y el Ejército salvó a nuestra nación. Si México es libre es gracias a la valerosa y fiel acción del Ejército Mexicano, que afrontó la guerrilla del golpismo extranjerizante, fundado en las férreas y patrióticas voluntades del Presidente Díaz Ordaz.

Al designársele embajador en España (1977) Díaz Ordaz recordó en una tempestuosa entrevista de prensa que si de algo se sentía orgulloso era de su conducta en esos trágicos meses del otoño del 68, pero de lo que más se sentía orgulloso era de sus acciones ese 2 de octubre. ´Puse todo en la balanza, mi seguridad, mi nombre, mi honor, mi vida misma, pero al fin salvé a México de haber perdido nuestra libertad. Eso lo estamos gozando todos, incluso usted, muchachito, pues si no hubiera ocurrido así, usted no estaría ahí preguntando’.

La conjura comunista del 68 fue la gran derrotada. México y sus libertades los ganadores, gracias a la firmeza patriótica de Díaz Ordaz y nuestro Ejército Nacional.¡Y que sigan chillando los huérfanos del Kremlin!”

Las suciedades de género distinto:   En 1999 lo publicó Mario Renato Méndez en la revista Por Esto:

Una madrugada me llaman y me dicen: ¿Cuánto te tocó? / ¿Cuánto me tocó de qué?  / No había reconocido la voz. / No te hagas, que también tú recibiste tierras en Cancún. / Me empezó a sonar familiar la voz, pero no la reconocía bien. / ¿Quién habla?, pregunté. Era El Mulixto, o sea Luis Donaldo Colosio. Yo le decía así: Mulix, y él me decía El Grandote. Y empieza la plática y me voy enterando que Carlitos Menéndez Navarrete recibió 300 hectáreas para guardar silencio absoluto sobre las actividades del narcotráfico en Quintana Roo.

El  periodismo, mi oficio. (Uf.)

Un pensamiento en “El periodismo, mi oficio

  1. Estimado Maestro Don Tomás, sí le es posible le pido haga una fabulilla más detallada del tema, por que otros locos y yo estuvimos entrenando para aspirantes a guerrilleros por aquellos días y si no lo hicimos, fue por que una monjita conocida nuestra nos dijo que parecía que no nos convenía hacerlo y para que nos lo demostraran nos trajo a un experto en guerrillas, que nos demostró que no estábamos preparado para hacerlo, nos interrogó y después de oírnos nos dijo: ustedes no producen armas ni tienen dinero para comprarlas, las armas que tienen no sirven para la guerra y lo más importante, no tienen una base social para que lo haga y reponga los hombres caídos y los suministros gastados, siendo esto así, desistimos.

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