¿Ya no más vendepatrias?

“Cuatro años después del optimismo, los problemas que aquejan a Europa amenazan no sólo con la desintegración de la unión monetaria, sino de la misma Unión Europea”.

Esto, mis valedores, cuando en nuestros países al sur del Bravo después de tantas de arena  se produce una de cal. La noticia optimista, a reserva de opiniones en contra: “A prender motores”, es compromiso de la troika (Cuba, Chile, Venezuela) que promovió y ha logrado en 33 países de nuestra América el nacimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, ¡sin Canadá y los Estados Unidos! Hasta parece que escucho la proclama de nuestro genio americano José Martí:   “Para mí ya es hora”.

O tal vez la exhortación de su paisano Juan Marinello, político y pensador:

Medítese en lo que suponer para millones de seres que toda su vida marche regida por una fuerza lejana, irresponsable y radicalmente contraria a su propio interés.

“A prender los motores”. En los documentos fundaciones de la flamante CELAC se tocan temas sensibles: las drogas y  el terrorismo, la especulación financiera y los derechos humanos, la vigilancia de la democracia y el estado de derecho, al igual que las preferencias arancelarias entre la Venezuela de Chávez y el México de Calderón.

¿De Calderón? Según opiniones del comentarista proyanki,  el futuro de la CELAC no es muy promisorio por razones como esta: “las decisiones de la CELAC tendrán que ser aprobadas por consenso. Eso imposibilitará que Chávez imponga una agenda ‘antiestadunidense’. Colombia y México no lo permitirán”. (Esto, mis valedores, encierra su muy buena moraleja, ¿pero cuál?)

Y muy a propósito como para leer entre líneas aquí otra de las razones que aduce el comentarista para atribuir a la CELAC un futuro incierto: “La imagen de Estados Unidos mejoró sustancialmente en los tres últimos años, y en la mayoría de los países de la región está en un nivel de aprobación del 69 por ciento”. (¿De los países o de los gerentes instalados en la respectiva  casa presidencial?)

Pero más allá de comentarios proyankis es claro que hoy mismo, como ayer, tiene vigencia el lema martiano: “para mí ya es hora”. Esto podemos calibrarlo por  opiniones diversas que en su momento han expresado políticos y comentaristas de los ”medios” en la Unión Americana. Voceros del Senado de Estados Unidos:

“El pabellón de las barras y estrellas no tardará en flotar sobre las torres de México, y de allí seguirá hasta el Cabo de Hornos, cuyas olas agitadas son el único límite que reconoce el yanqui para sus ambiciones”.

“¡Cuidado!, clamaba José Martí. ¡Cuidado!  Estados Unidos tiene sobre nosotros miras muy distintas de las nuestras. Cuidado. Jamás hubo en América asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia, ni pida examen más claro y minucioso que el convite que los Estados Unidos (potentes, prepotentes, interesados en extender sus dominios en el resto de nuestra América hacen a las naciones americanas de menor poder. ¡Cuidado!

Cuando un pueblo es invitado a unión con otro podrá festejarlo con prisa el político ignorante, podrá celebrarlo sin juicio la juventud prendada de las bellas palabras, podrá glorificarlo como una merced el político venal o demente, y glorificarlo con palabras serviles. Pero el que siente en su corazón la angustia de la patria, el que vigila y prevé, ese ha de inquirir, y ha de decidir qué elementos componen el carácter del pueblo que convida y el del convidado, y si están predispuestos a…” (Sigo mañana.)

Un pensamiento en “¿Ya no más vendepatrias?

  1. buen dia profe pues yo quiero decir nomas acerca de lo que escribio
    houxley en un mundo feliz donde parece que profetiza el muro que esta por hacer este mercader llamado trump.

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